Conferencia sobre la teoría queer, el profesor Paul Fry explora el trabajo de Judith Butler en relación con la historia de la sexualidad de ...

Conferencia sobre la teoría queer, el profesor Paul Fry explora el trabajo de Judith Butler en relación con la historia de la sexualidad de Michel Foucault. Se discuten las diferencias en terminología y métodos. En la conclusión de la conferencia, el interrogatorio de Butler sobre la política de identidad se compara con el de los teóricos postcoloniales y afroamericanos. 
00:00 - Capítulo 1. Introducción a Judith Butler: ¿Qué es la sexualidad? 
03:46 - Capítulo 2. Foucault y el despliegue de la Alianza 
14:53 - Capítulo 3. Realización de Género 
24:10 - Capítulo 4. La Agenda Política de la Teoría del Género 
33:39 - Capítulo 5. Método de Foucault, Método de Butler 
46:20 - Capítulo 6. El Género de la Lectura.






Images via Sarah Deragon ¿Crees que sabes cómo se ven los 'Queer'? Piensa de nuevo.  ¿Cómo se ve la gente queer? ¿Qué signif...

Images via Sarah Deragon

¿Crees que sabes cómo se ven los 'Queer'? Piensa de nuevo. 
¿Cómo se ve la gente queer? ¿Qué significa ser LGBT+ cuando se refiere a las marcas exteriores de orientación sexual y género?  El proyecto de identidad busca responder preguntas a través de una colección de retratos de gente que se identifica a través del espectro de LGBT+. Los resultados son espectaculares y el pensamiento provocador, posiblemente, incluso controversial.
¿Cómo todo este asunto comenzó?
En enero 2014, Sarah Deragon publicó una foto que su esposa había tomado de ella en Facebook con las palabras, "Femenina Queer", y el Proyecto de Identidad nació. Este proyecto de fotografía fue lanzado porque como una fotógrafa, Sarah quería explorar los niveles que usamos cuando definimos nuestra sexualidad y género.
Estoy firmemente en el campamento de "las etiquetas son importantes y sirven para traer a la gente con similares experiencias marginadas juntas", aun cuando yo sé que mucha gente dentro de la comunidad queer, tanto en el oeste y en Japón, que se resisten a las etiquetas. "¿Por qué necesitamos etiquetas?", ellos preguntan, "¿no podemos sólo deshacernos de todas las etiquetas? ¡Estaríamos mucho mejor sin ellas!" Bueno, yo creo que eso puede ser cierto si todas las identidades y las expresiones de esas identidades son tratadas como iguales. Entonces la unificación de los aspectos de las etiquetas para identidades marginadas nos ería necesario. Sin embargo, la equidad no existe, la marginalidad sí ocurre y hay una fuerza y unidad en las etiquetas. ¡Incluso en las etiquetas secundarias!
Sarah cree que el Proyecto de Identidad resuena en la gente porque el proyecto de foto empuja hacia arriba  contra las nociones preconcebidas de lo que es ser LGBTQ en la sociedad de hoy. No sólo son los retratos sorprendentes, los participantes del proyecto están jugando con el lenguaje, construyendo enteramente nuevos términos (transgenderqueer -transgénero queer- o inbetweener-que no son ni una cosa ni la otra, que están entre dos cosas-) y mostrando orgullo en sus complejas y aun cambiantes identidades.
Las etiquetas y las sub etiquetas son útiles para expresar aspectos de una identidad y ellas pueden ser muy importantes. ¿Cuál es mi identidad? Me etiqueto a mí mismo, si la conversación lo requiere (como ahora) como una mujer tomboy femenina lesbiana transgénero. ¿Eso qué significa? Bueno, mi género es mujer y es una identidad de género que está en oposición con el que me asignaron al nacer, estoy sexual y románticamente interesada en otras mujeres, y aunque soy femenina en el centro, soy una mezcla de deportista/pijo/persona de aire libre que es distinto de otros tipos de feminidades del centro (tal como las bajas mujeres y las altas mujeres, "lesbianas de lápiz de labios", etc).
Esto tal vez le parecerá tonto a algunos, aun a muchos, pero me ayuda a orientarme a mí mismo mentalmente. También sirve como mi respuesta a los comentarios que algunas veces recibo de "¡si vas a pretender ser una mujer, actúa como una mujer!" Las mujeres tomboys no necesitan ser lesbianas. Las mujeres no necesitan ser altas mujeres. Mi género de identidad no me imposibilita de tener problemas personales con volantes y encajes, o una preferencia por las botas sobre los zapatos altos o botas LL Bean duck sobre zapatillas de ballet.
Yo disfruté observar los trabajos de Deragon, porque entiendo qué tan importante es la auto identificación. Las categorías no son el enemigo… Mientras estemos en control de nuestra propia categorización.



La  teoría  queer  incluye una serie de hipótesis sobre el género y la identidad sexual que niega la existencia de los binomios hombre...




La teoría queer incluye una serie de hipótesis sobre el género y la identidad sexual que niega la existencia de los binomios hombre/mujer, masculino/femenino, homosexual/heterosexual, y dando lugar a una multitud de identidades y vivencias personales en cuanto a la sexualidad.
Las teorías queer no afirman que todos seamos bisexuales por naturaleza; lo que dice es que estamos encasillados desde que nacemos en binomios que niegan otra posibilidad: al nacer lo primero que se comprueba es lo que tenemos entre las piernas; a partir de ahí, todo se decanta por el rosa o por el azul, por las muñecas o por los cochecitos, por la posición de poder o de sumisión, y por supuesto, de la heterosexualidad, la cual es impuesta socialmente a todas las personas.
Afirma, pues, que reducir la identidad a "me gustan los hombres" o "me gustan las mujeres", es algo completamente arcaizante. Así como pretender encasillarnos de por vida en algo que intente definir una expresión tan compleja como lo es la sexualidad.
Sin embargo, el origen del movimiento queer está precisamente en la reivindicación de la diferencia, y por tanto, de la clasificación en la etiqueta de "queer", como método de lucha política contra la discriminación existente en los EEUU de los ochenta. Frente al insulto contra esta comunidad, éstos responden autoafirmándose mediante el propio insulto: "eres un maricón asqueroso" "sí, soy maricón, ¿y qué pasa?"
by awesomelyagender

Pero el movimiento queer también reacciona contra la actitud política de su propio colectivo: los homosexuales poco a poco iban dejando la lucha cuando veían que iban consiguiendo ciertos progresos pero que no cuestionaban la raíz del problema, como el matrimonio y adopciones más tarde, y cierto apoyo de la sociedad antes. Los activistas queers ven cómo muchos de sus antiguos compañeros se limitaban a ser uno más: comprarse un coche, poder tener un buen puesto de trabajo y vivir cómodamente, sin cuestionar los roles de género, el concepto de matrimonio, el capitalismo, el encasillamiento sexual.
Aunque siempre ha estado reprimida la homosexualidad por muchos motivos (entre ellos el que los homosexuales no tienen hijos y no generan, por tanto, nuevos y futuros trabajadores) ésta acaba siendo aceptada, acogida y defendida por el sistema capitalista cuando este se percata de que ahí hay negocio, capacidad de un nuevo mercado (el propio orgullo gay comercializado de la actualidad que tanto dinero genera): hay un nuevo público, con nuevos gustos, y por tanto, un mercado virgen para explotar.
Los términos homosexual y heterosexual aparecen a finales del siglo XIX, creados por Kertbeny. Él continúa lo que ya intentó Karl Henrich Ulrichs pocos años atrás: encasillar las distintas prácticas sexuales. En la edad media se hablaba de sodomía cuando hoy hablamos de homosexuales: estamos ante un paso de, simplemente, definir un acto sexual, a encasillar a una persona. De ser un potencial "sodomita", a serlo íntegramente, a que su esencia se reduzca a su sexualidad, a lo que hace o deja de hacer con su cuerpo. Esto, según estos autores y activistas, ayuda a favorecer el control social.
Los términos homosexual y heterosexual no son inocentes: responden a una necesidad de control, y a la vez, pueden causar una rebelión: ahora, los sodomitas, ya encasillados en un grupo, pueden decidir, junto con sus amigas las tortilleras, unirse y luchar contra el heteropatriarcado.
Respecto a la homosexualidad "impuesta", podemos explicarlo con un ejemplo: un adolescente le cuenta a sus padres que cree que "es" gay porque le gusta un chico de su clase. Independientemente de que sus padres lo acepten o no, la cuestión es otra: su hijo ES homosexual, no es que le guste una persona que socialmente ha sido definido como chico debido a sus genitales y al género que se le ha asignado de acuerdo a ellos, sino que a partir de ahora, está destinado a que SÓLO le gusten los chicos. 
En definitiva, el movimiento queer renace contra los homosexuales acomodados que no cuestionaban otras cuestiones tales como el género, el racismo y la miseria a la que estaba expuesta la clase obrera, y ante una sociedad que parecía avanzar al permitir a los homosexuales "ser como los demás", y que no veía cómo esa sociedad a la que representaban y donde querían incluir a los homosexuales (adinerados, hombres y blancos, por supuesto) no estaba exenta de problemas sociales y económicos.
Sin duda alguna, los queers hacen una teoría interseccional: entremezclan la cuestión del género y la sexualidad, junto a cómo la clase social, la raza, (y actualmente se ha incluído, además, la diversidad funcional), determina la aceptación o no de ese género y de esa sexualidad que te "representa".
Judith Butler

Aunque dicho movimiento surge y se desarrolla principalmente, sobre todo a nivel teórico, en EEUU, donde tenemos autores muy aceptados en la Academia, como la filósofa post-estructuralista Judith Butler, también surge de forma inevitable en otros lugares, como Francia y España:
En Francia, el Front homosexuel d'action revolutionnaire, surge del acercamiento entre las feministas lesbianas y los activistas gays, y fue primordial en la lucha gay radical en la Europa de los setenta. Fueron los primeros en reivindicar una reacción contundente y radical contra el Estado burgués y heteropatriarcal, y su labor dentro de la izquierda política era la de visibilizar a dicho movimiento dentro de una corriente que dejaba mucho que desear en cuanto a integración y visibilidad de las mujeres y de los homosexuales. De hecho, una de sus acciones fue irrumpir en un mítin del Partido Comunista Francés tras una declaración homófoba de Jacques Duclos en el que invitaba a los homosexuales a que se fueran a curarse. Sus otras acciones fueron similares: irrumpían en actos contra el derecho al aborto, dificultaron la emisión de un programa de radio en el que iban a hablar negativamente de la homosexualidad, así como en un congreso internacional de sexología.

Revista "Bollus vivendi", para lesbianas queers en España 
Finalmente, las mujeres del FHAR romperían y crearían las "Gouines rouges". También se crearían los periódicos Fléau Social y Antinorm. "Prolétaires de tous les pays, caressez-vous !"
En España tenemos la Radical Gai de Madrid en los noventa, el Front d'Alliberament Gai de Catalunya, LSD (grupo de lesbianas de Madrid de los noventa), la revista Non Grata, la revista Bollus Vivendi, etc.

La Radical Gai hizo un enorme trabajo sobre el VIH y la exclusión social y sanitaria de los que lo padecían. Además, hacía cantidad de acciones contra actitudes homófobas, entre ellas contra la compañía Iberia, cuando sacaron ofertas de vuelos para parejas, y le negaron la oferta a parejas homosexuales. Lucharon incansablemente por la visibilidad de las sexualidades excluidas, sin llegar a institucionalizarse. La Radical Gai también editaría su propia revista, "De un plumazo".
En la actualidad, nos encontramos en Madrid con la Asamblea Transmaricabollo de Sol, la cual surgió en el apogeo del 15-M, con la intención de hacer renacer una lucha queer, por entonces estaba casi desaparecida del panorama, en el plano de la lucha social. En los últimos años se ha realizado un "orgullo indignado", que surge en respuesta al Orgullo Gay oficial, que ellos consideran mercantilizado y capitalista, y que se niega a ver la realidad: los gays y lesbianas que sufren no son los adinerados de chueca; son los gitanos maricas, las bolleras negras a las que practican violaciones "correctivas", los transexuales que tienen que seguir un exhaustivo control médico y psiquiátrico para hormonarse y decidir sobre su cuerpo, el chaval acosado en clase, las prostitutas que ejercen libremente, los intersexuales, los "discapacitados"...
También cabe destacar los círculos post-pornográficos en Bacerlona; Patio Trasero, El Frente de Liberación Sexual del Sur y Pandi Trans en Madrid.
En el plano teórico, hay que destacar las aportaciones de Judith Butler, Moniq Wittig, Teresa de Lauretis, Beatriz Preciado y Paco Vidarte. Estos dos últimos son españoles, y sus aportaciones a la teoría queer son destacadas a nivel internacional. También hay que añadir que estas teorías son muy influidas por las teorías posmodernas en general, y por Foucault en particular, quien ya comenzó a hablar de la sexualidad en un sentido histórico y crítico.
En conclusión, la teoría queer son una serie de aportaciones críticas a la lucha por la liberación sexual que incluyen en su programa cuestiones interseccionales. A nivel práctico muchas organizaciones y colectivos llevan desde los setenta operando en muchos países, y en particular, las organizaciones destacadas de Francia y España contribuyeron, sin duda alguna, a la visibilización de un colectivo tan discriminado y a la inclusión de otras cuestiones necesarias, olvidadas por los activistas gays más moderados.
Fuentes:

  • Preciado, Beatriz, Manifiesto contrasexual, Barcelona: Anagrama, 2011.
  • ______________, Testo Yonqui, Barcelona: Espasa, 2014.
  • Zigar Itzar, Devenir PerraMadrid: Melusina, 2009.
  •  _______, En un zulo propio, Madrid: Melusina, 2009.
  • Spago, Tamsin, Foucault y la teoría queer, Barcelona: Gedisa, 2004
  • http://elpais.com/diario/2010/06/13/eps/1276410414_850215.html
  • http://madrid.tomalaplaza.net/2011/09/12/orgullo/

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